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El día que el DTP no cogió candela

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Esta es una de mis anécdotas favoritas de La CEN, tiene que ver con Jorge Cárdenas uno de los primeros ingenieros en llegar a Juraguá, el hecho de que fuera también uno de los primeros en irse no le resta mérito. Excelente profesional, amigo, padre de familia, estimado por todos. Yo siempre lo he querido, bueno, realmente comencé a quererlo cuando me dijeron que sería el oponente de mi tesis de grado.

Otra característica de Cárdenas, al menos en aquella época y que tiene mucho que ver con la anécdota, es que era un empedernido fumador. Era común verlo trabajar acompañado del humeante tabaco picado, envuelto en un delgado papel en forma de cilindro.

Sucedió cuando Cardán, así le decían, estaba al frente del Departamento Técnico Productivo, conocido como DTP, un Departamento de mucha importancia y muchos papeles. Tenía un local en la segunda planta con decenas de archivos llenos de documentos.

Una tarde llegué y me lo encontré de pie, inmóvil, en el mismo centro del local, todas las gavetas de los más de cuarenta archivos estaban abiertas < Cárdenas… > le dije intentando comunicarme con él < ¡Ptsss! > me interrumpió sin mirarme < No puedo atenderte, dejé un cigarro encendido en una gaveta y no recuerdo en cuál de ellas >.

Incrédulo miré de nuevo todos aquellos archivos de cartón bagazo con sus gavetas abiertas llenas de papel y cartulina. Traté de ver si salía humo de alguna de ellas, pero sin resultados. A lo mejor el cabo había terminado por apagarse solo.

Cárdenas continuaba ignorándome, seguía de pie, tenso, dispuesto a reaccionar a la menor señal. Sus ojos se movían recorriendo y escudriñando cada rincón. Era algo así como Charles Bronson, en la escena del duelo final de Érase una vez en el Oeste.

Finalmente decidí marcharme. En mi camino hacia las naves de Explotación pasé cerca del Cuerpo de Bomberos, todo estaba tranquilo. Por un momento pensé en alertarlos, pero no quería dar falsa alarma, miré hacia atrás y, como no se veía ninguna columna de humo, proseguí mi camino.

No recuerdo haber hablado nuevamente del hecho con Cárdenas, sólo sé que ese día el DTP no cogió candela.

 

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1 comentarios

  1. #
    Claudia Cárdenas Díaz %f 9, 2020 - 7:10
    de 5

    Genial relato! Lo que nos hemos reído... ay! Cuántas anécdotas, cuántas vivencias... leerlas es revivir unos momentos maravillosos, es reinterpretar cada recuerdo de una nueva forma, incluso aquellos que no vivimos en primera persona. Gracias y no te detengas.

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