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Una historia verídica difícil de creer

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Quiero compartir una anécdota sorprendente y hasta cierto punto cómica, que sucedió en el tiempo en que trabajaba en el Centro Nacional para la Certificación Industrial (CNCI) como Jefe del Programa de Electricidad, en los primeros años posteriores a su inauguración en los cuales se desarrollaron los cursos de Preparación Previa.

Al igual que en los cursos de certificación, en los de preparación previa se empleaba el sistema de evaluación final por medio de la aplicación de un examen de preguntas de múltiples opciones. El examen final era de 40 preguntas, cada una con 4 posibles respuestas.

Como es común en el CNCI, en el Programa de Electricidad teníamos varias baterías (diferentes variantes de exámenes formadas por preguntas similares) para cada asignatura de cada curso. Cada batería era un juego de exámenes idénticos que se aplicaban en cada ocasión, es decir, en una evaluación, todos los alumnos debian responder el mismo examen.

Cada variante de examen se elaboraba por los profesores de la asignatura y se revisada detenidamente y validaba antes de su aplicación por primera vez. Al realizar un examen, se escogía una de las baterías existentes y se les entregaba a los alumnos junto con una hoja de respuesta que era donde se debian marcar las opciones seleccionadas para no escribir en el examen y propiciar su uso en cursos posteriores.

En los inicios de la aplicación de este sistema de evaluación, tiempo donde ocurre la situación que relataré, la revisión y calificación de los exámenes se hacía basado en una copia del examen que tenía marcada las respuestas correctas y que el profesor usaba como referencia.

No sé si quien lea esas líneas esté familiarizado con estos tipos de exámenes, donde la respuesta correcta está entre las 4 opciones presentadas. El examinado tiene la posibilidad de recordar la respuesta si tenía dudas, o aún si no la sabe, al menos tiene probabilidad de que la que marque aleatoriamente sea la correcta. Dado el hecho de que por lo general estos exámenes son de una gran cantidad de preguntas, es muy difícil, aunque no imposible, tenerlas todas bien, pero al mismo tiempo, es casi imposible no tener ninguna pregunta correcta.

No recuerdo tampoco si la asignatura a examinar ese día era electricidad o matemática, pero eso no es importante. Resulta que al momento de calificar las hojas de respuestas, una de ellas arrojó que todas las opciones marcadas eran erróneas. Esto por supuesto provocó el asombro del profesor y atrajo la atención de todo el colectivo del Programa.

Cuál no sería nuestra sorpresa cuando nos dimos cuenta que el examen que se le entregó a ese alumno era nada más y nada menos que la copia que tenía marcadas las respuestas correctas, la cual el profesor entregó al alumno por error sin que se diera cuenta.

Entonces, cómo era posible que un alumno al cual se le había entregado un examen con todas las respuestas correctas marcadas, haya señalado en su hoja de respuesta opciones distintas para todas y cada una de las preguntas y por ende obtener la nota de cero?

Pues cuando le preguntamos al alumno, nos dijo que el sí se dio cuenta de que cada pregunta de su examen tenía una opción marcada, pero pensó que alguien le quería jugar una broma o engañarlo y por eso marcó siempre una opción diferente. Sin comentarios.

Les confieso que si no hubiese vivido esa experiencia y alguien me la contara, me resultaría difícil de creer, como seguro les pasará a alguno de los que lean estas líneas, pero les juro que fue verdad. Desafortunadamente, unos días después el alumno hizo el examen extraordinario y también lo desaprobó.

El nombre del alumno no lo recuerdo, y claro que si lo hiciera no lo daria a conocer por motivos evidentes. Lo que si recuerdo es donde vivia, pero eso también me lo guardo.

Increíble, verdad?

2 comentarios

  1. #
    Regino Mutis %f 17, 2019 - 1:48
    de 5

    Evidentemente el alumno no sabía nada de nada de la materia. Y eso que los exámenes con preguntas de múltiples opciones pueden ser aprobados por cualquier alumno mediamente preparado. Cuando estudiamos “Teoría de las Probabilidades” en la Universidad, el profesor nos hizo calcular cuál es la probabilidad de que un alumno apruebe una pregunta de Verdadero o Falso, marcando de manera aleatoria los incisos. Realmente la probabilidad es bastante baja, pero; en el caso de que el alumno sepa al menos la mitad de las respuestas y, marque la otra mitad de manera aleatoria, la probabilidad de aprobar es alta.

  2. #
    Armando Castro Almarales %f 26, 2019 - 3:21
    de 5

    Claro k lo creo tu siempres fuiste serio mas cuando eras defensa del multicampeon equipo de futbol de los torneos Pikiri

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